De Francia a Suiza, otra ventaja de la trifrontera


Apenas levantarnos nos fuimos de Francia a Suiza. Aunque nuestra reserva de hotel estaba en Basilea, aprovechamos el día y nos dirigimos hasta Zúrich.


Solo puedo decir una frase para representar nuestras vivencias del día de hoy: en Zúrich no quieren a los pobres!!!
La ciudad es carísima hasta más no poder… al mediodía comimos en Burguer King, y cada menú costó 15 euros, precios que en España están en la mitad o menos. Al agregar un par de helados, pagamos un total de 75 € …. ¡¡¡¡en Burguer King!!!!


Al caminar por la calles y avenidas no pudimos dejar de sorprendernos, no tanto por el tamaño de los edificios, sino por la cantidad de ellos dedicados a la banca. Entre éstos y las joyerías, me atrevería a decir que es una de las ciudades del mundo en las que más dinero se mueve.

Tiendas con portero y champán sobre el mostrador para recibir a los clientes. Personas de todas las nacionalidades imaginables caminando por sus calles. Orden y limpieza absoluta. Frío y niebla... son cuatro frases que describen en este momento a esta ciudad.

Otra cosa que nos sorprendió muchísimo fue como en una misma vía se integran peatones, coches, tranvías, bicicletas, buses y todo el mundo sabe perfectamente por dónde, cómo y cuándo ir... es una ciudad para utilizar el transporte público, y más aún, si eres como nosotros, un turista que no conoce ni los lugares ni las leyes y costumbres del lugar.


Luego de comer hicimos un recorrido por el casco antiguo y cruzamos el río Limago desde donde se puede apreciar la iglesia de Kirchgemeinde Grossmünster así como la Stadthaus Zürich, que es la oficina de gobierno de Zúrich.


Luego regresamos a Basilea con la idea de dormir un poco antes de recibir el Año Nuevo.
Nos alojamos en el Stay@Basel SBB… pagamos 135 € la noche, una exageración si se toma en cuenta que era una habitación familiar, sin cocina, casi en las afueras, y perteneciente a la asociación YMCA

Cenamos en el restaurant Kohlmanns y la verdad es que tanto la comida como su relación precio valor (aun y cuando estábamos en Suiza) fue de lo mejor.
Desde allí nos fuimos andando a las orillas del Rhin. Si alguna vez recibes el año en esta ciudad, espera a las 12.30, cuando comienza un espectáculo de fuegos artificiales sobre el río, que dura ¡más de una hora! La cantidad de gente en las calles es impresionante, la cantidad de nacionalidades aún más.

Emprendimos el regreso por calles empedradas y fachadas preciosas, rodeados de conversaciones en distintos idiomas, pero todas con un denominador común: la alegría de celebrar un nuevo año.  Buscamos el coche en el parking y a dormir al hotel.

La cena en Kolhmanns, para 4, incluyendo bebidas, postre y propina, fue de 209 €

Al levantarnos al día siguiente, queríamos cruzar el Rhin en unos botes que te llevan de orilla a orilla por el módico precio de 1.60 €. Lamentablemente era primero de Enero a las 9 de la mañana y no había absolutamente nadie ni en el río, ni en los botes, y casi se podría decir que ¡ni en Basilea!


De allí pusimos el GPS para buscar el punto que señala la Tri-fontera, y aunque lo encontramos, tengo que decir que fue super difícil dar con él. Está un poco oculto en el puerto, y tal vez si no hubiese sido un día feriado como éste, habríamos encontrado a alguien a quien preguntar.
Una vez realizadas las fotos correspondientes, emprendimos nuestro viaje a Alemania...

De Francia a Suiza, es parte del viaje que realizamos  Francia - Suiza - Alemania. Si quieres conocer conocer un poco del resto de nuestras vacaciones, te invito a pinchar en estos enlaces:

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